El informe «Global Carbon Budget» de 2024 revela que las emisiones de dióxido de carbono (CO2) alcanzarán un nuevo récord de 41,6 mil millones de toneladas este año, lo que indica que el mundo aún no ha alcanzado su pico de contaminación. Este incremento se atribuye al aumento en el uso de gas natural y petróleo, a pesar de los avances en energías limpias. Las emisiones de CO2 de origen fósil se estiman en 37,4 mil millones de toneladas, un 0,8% más que en 2023, y continúan aumentando en la última década. Además, las emisiones derivadas del cambio de uso del suelo se proyectan en 4,2 mil millones de toneladas, con Brasil, Indonesia y la República Democrática del Congo liderando en emisiones, aunque ha habido una reducción del 20% en estos últimos años gracias a esfuerzos de reforestación. Este contexto se presenta en la Cumbre del Clima de Bakú (COP29), que coincide con importantes cambios políticos en Estados Unidos.