La elección judicial programada en México para el próximo 1 de junio ha generado un notable interés a nivel internacional, con 79 personas de 26 países registradas como observadores electorales, según informó Marisa Arlene Cabral, coordinadora de Asuntos Internacionales del Instituto Nacional Electoral (INE). Las nacionalidades más representadas hasta ahora son Haití y Argentina.
Cabral destacó que estas cifras son relevantes si se comparan con procesos anteriores: en 2023, a 30 días del cierre de inscripciones, solo se habían registrado 30 personas; en 2009, 28; mientras que en 2015 se alcanzaron 94 registros y en 2021, 185. A 44 días de concluir el periodo de inscripción, la cifra actual ya supera procesos como la revocatoria de mandato.
“Es coincidente de manera estadística con una elección intermedia; es decir, la elección presidencial siempre eleva los números en cualquier país, pero al día de hoy, es bastante superior a la revocatoria de mandato”, apuntó Cabral.
Uno de los aspectos que ha generado particular atención es la singularidad del proceso: “Elecciones judiciales no hay en otros países, entonces no hay un interés particular de alguien de querer llevar una buena práctica a mi país, pero hay interés por conocer”, explicó la funcionaria.
Para dar a conocer este innovador proceso electoral, la coordinación del INE se ha apoyado en la red diplomática de México, difundiendo la información a través de embajadas y consulados.
No obstante, en esta edición no se permitirá la participación de partidos políticos extranjeros como observadores, debido a que la reforma judicial prohíbe expresamente su intervención. Además, el INE ha enfrentado recortes presupuestales que impactaron directamente en el fondo destinado a la atención de misiones electorales y visitantes extranjeros, reduciéndolo en más de medio millón de pesos.
Pese a las limitaciones, Cabral aseguró que se están tomando medidas para no afectar el desarrollo de las actividades sustantivas. Entre las estrategias se encuentra el uso de folletos digitales en lugar de impresos, así como alianzas con organismos internacionales que asumirán responsabilidades como la traducción de contenidos.
“Buscamos alianzas estratégicas. Por ejemplo, históricamente el INE es el que paga la traducción, pero en este caso uno de los organismos que también participa se hará cargo. Damos un folleto en papel, en este caso será digital. Todos tendrán acceso a la tecnología. Así no afectamos el trabajo, pero no afectamos los recursos”, concluyó.
La atención internacional subraya la relevancia del proceso electoral y el interés global por observar cómo se implementa una figura novedosa como la elección judicial en un contexto democrático.
Por Areli Rodríguez