Este jueves 10 de octubre, Gustavo Alarcón Herrera rindió protesta como nuevo alcalde de Chilpancingo, luego del brutal asesinato de Alejandro Arcos, quien fue decapitado el pasado domingo, apenas una semana después de haber asumido el cargo.
Alarcón, quien era el alcalde suplente, llegó al Congreso de Guerrero poco antes de que finalizara la sesión ordinaria para tomar protesta formal ante los diputados. En declaraciones previas, Alarcón había confirmado que asumiría el puesto, además de señalar que contará con seguridad tanto del estado como del municipio debido a la violencia que afecta a la región.
El domingo, autoridades hallaron el cuerpo decapitado de Alejandro Arcos tras el reporte de vecinos que encontraron su cabeza sobre el toldo de un vehículo. El macabro crimen se produjo pocos días después del asesinato de su secretario general de Gobierno, Francisco Tapia.
¿Quién es Gustavo Alarcón Herrera?
Gustavo Alarcón Herrera, originario de Zumpango del Río, Guerrero, es un médico y político afiliado al PAN. Aunque nació en otra localidad, ha pasado la mayor parte de su vida en Chilpancingo, donde ha sido muy activo en la vida política. En 2021, se postuló para la presidencia municipal, aunque perdió ante Norma Otilia Hernández, de Morena.
En la reciente elección del 2 de octubre, Alarcón se inscribió como suplente de Alejandro Arcos bajo la alianza PRI-PAN-PRD. Tras el asesinato de Arcos, Alarcón ha sido el encargado de tomar las riendas del municipio, en medio de una creciente ola de violencia.
Violencia en Chilpancingo
La violencia en Guerrero ha escalado en los últimos años debido a las luchas entre grupos criminales por el control territorial. El recién asesinado alcalde Arcos había asumido el cargo el 30 de septiembre, comprometiéndose a mejorar la seguridad en el municipio con el apoyo del Ejército Mexicano.
La creciente inseguridad y la violencia en Chilpancingo, así como en otros municipios del estado, siguen siendo desafíos cruciales para la nueva administración, que ahora encabezará Gustavo Alarcón Herrera.
Por Areli Rodríguez