LA PIROTECNIA NO SOLO ES UN ESPECTACULO VISUAL.

La pirotecnia, aunque aporta un espectáculo visual impresionante, conlleva una serie de riesgos y consecuencias que a menudo pasan desapercibidos. En el contexto de las festividades, es importante considerar el impacto ambiental y en la salud que puede tener el uso de cohetes y fuegos artificiales.

Los residuos químicos que quedan tras el uso de pirotecnia, como el sodio, cobre, estroncio y otros metales pesados, contaminan el suelo y el aire. Al ser encendidos, estos productos liberan monóxido de carbono y partículas finas que contribuyen a la contaminación atmosférica, especialmente en épocas de celebraciones donde se incrementa la actividad pirotécnica.

Las partículas PM 2.5 son particularmente peligrosas, ya que pueden penetrar en los pulmones y causar problemas respiratorios, agravando condiciones preexistentes en personas vulnerables, como aquellos con asma o enfermedades cardíacas.

Por lo tanto, se recomienda optar por alternativas más seguras y sostenibles para celebrar, como espectáculos de luces que no impliquen el uso de pirotecnia, y así contribuir a un ambiente más limpio y saludable para todos. Pequeños cambios en nuestras tradiciones pueden tener un gran impacto en la calidad del aire y en nuestra salud.